Quinta entrega': "Tap IV y El Monocultivo"

Cuando un agricultor realiza un cambio en la producción respecto al sistema tradicional de sus vecinos ya sea en la elección de “nuevos” cultivos ya sea en la aplicación de “nuevas” tecnologías o en la adopción de una “nueva” concepción general de la producción y sus interlocutores, lo hace con el convencimiento de que esas variaciones le aportarán un mayor rendimiento y asumiendo el riesgo de ser el “primero”.

Así mismo es fácil de aceptar (porque siempre ha pasado y siempre pasará) que sus vecinos al ver los posibles beneficios (muchas veces inseguros) de esta “nueva” orientación, la adopten para ser participes de los mismos generando así el llamado “MONOCULTIVO”.

Aun pareciendo beneficioso para todos, este “MONOCULTIVO” acarrea una serie de problemas que “normalmente” las autoridades competentes intentan cuando menos advertir e incluso evitar. Sorprendería y de hecho sorprende que algunas autoridades no solo no intenten evitar el “MONOCULTIVO” sino que lo provoquen y fomenten acarreando sus efectos perniciosos asociados:

J  - disminución de la biodiversidad.

R - plagas de mayor intensidad (un mismo problema afecta a todos)

C - disminución de las producciones, de la cultura y de la tecnología asociada a estas.

Parecería más lógico que estas autoridades fomentaran la investigación y creación de nuevas soluciones y procesos para que aquellos productores que aun coincidiendo en el cultivo consigan una diferenciación tal, que permita evitar los problemas asociados al “MONOCULTIVO” ya anunciados.